El estrés académico ¿Cómo afrontarlo?

El estrés académico es uno de los principales problemas que viven los estudiantes. Te comentamos todo acerca de esta condición y lo que implica para el individuo que lo padece

El estrés académico es la reacción normal y natural que presentan los estudiantes al enfrentarse a las diversas exigencias. Esto incluye las demandas de las instituciones educativas y de la sociedad en general.

La academia exige eficiencia y responsabilidad a los individuos. Esto puede generar un cúmulo de emociones desbordadas que pueden desencadenar en un estrés académico.

El estrés en los estudiantes universitarios suele generarse a partir de creencias, como aquella que expresa que lo más importante en la vida es ser un profesional. 

Este tipo de prejuicios y patrones culturales crean cargas emocionales que debilitan la capacidad de enfrentar situaciones en el estudiante. Reprobar un examen  es una señal de fracaso. O, descansar puede ser sinónimo de holgazanería.

Si este tipo de estrés no se trata y se padece por años, es posible desarrollar otros en el futuro: como el estrés laboral, la depresión y la ansiedad extrema.

Tipos de estrés académico

Para identificar los tipos de estrés que los alumnos pueden llegar a presentar, es importante dividirlo en estrés por factores internos y estrés por factores externos.

Factores Internos: estos son los factores que se generan de la autoexigencia o de la presión autoinfligida por deseos y altas expectativas de logro. Así como de la necesidad de mantener el control y la incapacidad de enfrentar resultados no esperados. Estos suelen desarrollarse por presión familiar, social o por problemas de autoestima.

Factores Externos: estos son los factores que se generan en el entorno académico. Como, por ejemplo, entregar trabajos y exámenes en poco tiempo, hacer trabajos en grupo o realizar exposiciones.

Síntomas del estrés académico

El estrés académico en universitarios puede presentarse de dos formas: a nivel físico y a nivel psicológico.

A nivel físico puede detectarse si se presentan síntomas, como:

  1. Extrema somnolencia o necesidad de dormir: debido al agotamiento mental que produce el estrés.
  2. Dolores de cabeza o jaquecas: el estrés puede generar mucha tensión en el cuerpo, produciendo este tipo de dolores.
  3. Bruxismo o tensión de mandíbula: señal del estado de alerta en la que se encuentra el cuerpo.
  4. Dificultades para dormir: esto se refleja en insomnio o pesadillas, pues el cerebro es incapaz de relajarse en hora de descanso.

A nivel psicológico y emocional se puede identificar por sensaciones y emociones, como:

  1. Inquietud e hiperactividad: característicos del estrés y el estado de alarma.
  2. Tristeza, cansancio y dificultad para concentrarse.
  3. Ansiedad constante: ya sea por las evaluaciones, los puntajes o por no entender los temas de estudio.
  4. Irritabilidad frecuente y desmotivación en actividades académicas.
  5. Desborde de emociones, miedo y ganas de llorar frecuentemente.

También puede interesarte leer el artículo sobre el estrés agudo y cómo combatirlo.

¿Cómo afrontar el estrés académico?

El estrés académico puede ser manejable por el propio individuo, mientras que no haya generado un trastorno mucho más grave.

El primer paso para afrontarlo es aprender a identificar las situaciones que generan estrés y controlar la reacción a esos estímulos. Con una correcta gestión de los pensamientos, emociones y de la conducta se puede llegar a prevenir el estrés académico o mitigar sus efectos.

Una buena forma de prevenirlo es tener una mejor organización de tareas y deberes. Es decir, establecer una planificación de actividades con un sistema de prioridades. Esto implica separar las tareas urgentes de las importantes y dedicarle el tiempo estrictamente necesario a cada una.

Es importante también explorar diversos métodos de estudios para identificar aquel que te brinde mayor tranquilidad y comodidad a la hora de estudiar. Acompañado de una dieta saludable y de ejercicio regular, ya que ambos pueden ayudarte a drenar la adrenalina y el cortisol acumulado en el cuerpo (hormonas del estrés).

Dedicar tiempo a hobbies y establecer tiempos de descanso también es una estrategia efectiva para mantener el control y el interés en la vida académica. Sin embargo, un especialista en salud mental puede ayudarte con recomendaciones específicas y personalizadas.

Cabe destacar que el principal problema que se debe resolver son temas relativos con las creencias y las presiones sociales acerca de tus estudios. 

El estrés académico es una situación angustiosa que, en la mayoría de los casos, es generado a partir de expectativas internas. También pueden ser impuestas injustamente por agentes externos como padres, instituciones, sociedad e incluso el propio Estado. De allí la necesidad de realizar un formateo mental de esas creencias y reorientar los objetivos académicos.

Si crees que vos o alguien que conoces está pasando por una situación similar, consultar por una terapia online puede ser de gran ayuda.


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